miércoles, 15 de julio de 2009

LA TROJA VIEJA




Había una vez una casita de palo ya muy viejita. Pues por muchos años se había guardado maíz, sillas de caballo, lazos costales, etc.

Un día decidieron hacer una Troja Nueva y a aquella la dejaron ahí abandonadita, daba un aspecto triste, hasta daba miedo pasar por ahí.

Como siempre los niños que son tan curiosos decidieron entrar aunque tenían temor, sin embargo descubrieron algo maravilloso: resultó ser un refugio para los niños, ahí se reunían para contar lo que había pasado en la escuela, y si a alguien le había pasado alga malo todos lo consolaban.

En fin esa Troja Vieja se convirtió en el mejor refugio de los niños, con sueños y fantasías se la pasaban dentro de aquella construcción.
Y fue testigo de todos sus planes y soluciones para cualquier cosa.
Lo más importante: Fue testigo de una larga y verdadera amistad.

PAULINA HUIZAR AVIÑA 7 AÑOS
ESCUELA PRIMARIA MIGUEL HIDALGO
UNIDOS VENCEREMOS, DURANGO, MÉXICO.

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