PERDIDA

LEILANI ITZEL SERRANO RAMÍREZ
C. E. C. Y. T. N° 3
ECATEPEC DE MORELOS

Eres una gran crítica de la vida, mientra ésta transcurre,


PERDIDA
Que harias si tu mundo se derrumbara ante tus ojos, y todo lo que querías perdiera de pronto su importancia?… si lo único que aún amas te fuera negado, y vieras como es destruido, al tiempo que te vas quedando más y más solo?...
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Antes
Cuando somos pequeños, tendemos a ver la vida como algo simple y eterno, sin problemas y sin complicaciones… como un lugar mágico en donde las cosas más etéreas parecen reales.
Buscamos el aprendizaje, y tenemos sueños de cambiar el mundo, creemos en todos y jamás los juzgamos, vemos todo sin mirar el dinero que cada cosa cuesta, y al ver a nuestros padres y maestros, deseamos ser muchas veces como ellos.
Nos damos tiempo para ver el cielo, mirar la luna, los arboles y sentir el viento, nuestros ojos son grandes y nuestro corazón abierto; vemos más allá de lo aparente, e imaginamos mil cosas, todas ellas, siempre hermosas.


Vemos en cada persona un posible amigo, y hacemos todo sin temer llegar a ser juzgado, vivimos el presente sin pensar nunca en un mal futuro; buscamos ser el orgullo de nuestros padres, y las barreras entre lo bueno y lo malo parecen ser simples y claras.
Respetamos reglas, y seguimos lineamientos, tenemos una clara conciencia de lo que debemos y lo que no debemos hacer, buscamos la justicia sin pensar en nuestro beneficio, y terminamos perdonando daños y perjuicios.
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Después
Vamos creciendo y escuchando los sermones de nuestros padres, quienes poco a poco nos enseñan en que se ha convertido esta tierra, un lugar lleno de guerras y problemas entre hermanos.
La escuela se va volviendo una cárcel, donde la gran mayoría de los profesores, están ahí solo por no conseguir un mejor trabajo, llena de compañeros atentos a exagerar cualquier equivocación y aprovecharse de cualquier descuido para actuar en beneficio propio, de pequeños grupos que cuidan sus espaldas para no ser pillados desprevenidos.
Vemos todo con ojos de dinero, mirando quien tiene y quien de el carece, teniendo la certeza que quien más tiene más puede, y que es este poderoso caballero quien controla el curso que ha de seguir el mundo, mintiéndonos con la reconfortante idea de que la salud y la felicidad no las puede comprar el dinero, pero sabiendo que poco sirve tenerlas cuando no se tiene dinero para conseguir alimentos, agua y chucherías.
Nos damos cuenta y sufrimos los actos pasados de padres y maestros, nos fortalecemos con sus aciertos, y nos volvemos más vulnerables con cada uno de sus errores, nos volvemos el blanco de sus lamentaciones y cada vez vemos más lejana la imagen de aquellos superhéroes que algún día nos forjamos.
Comenzamos a ver el suelo, intentando encontrar de repente nuestro camino, y nos olvidamos de observar el cielo, tocar el agua y sentir el viendo, viéndolos si acaso como algo vano y sin importancia.
Vemos en cada persona un posible enemigo o alguien que si conocerte ya te esta juzgando, hacemos todo temiendo las consecuencias, sin dejar por eso de hacerlas; nuestros padres terminan decepcionándonos por ser tan cerrados, y las barreras se vuelven tontas y difusas.
Las reglas y lineamientos se vuelven un fastidio, y para colmo de males pierden su sentido; comenzamos a guardar rencores y buscamos solo nuestro beneficio.
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Ahora
Vamos cayendo un vacio más y más profundo, e intentamos salvar siempre nuestros sueños, más la falsía y la mediocridad los alejan de nuestras manos, tendiendo las suyas para “salvarnos”, y entonces vemos la vida, y vemos nuestros sueños, los ponemos en una balanza e intentamos ver que vale menos. Tomamos entonces una decisión, sabiendo que sin importar lo que escojamos, al final de cuentas ya hemos perdido lo que más valía.